Ismael “El Mayo” Zambada, conocido como uno de los capos más poderosos de México, fue capturado no muy lejos de El Paso, Texas, el 25 de julio de 2024. La ubicación exacta fue en un aeropuerto pequeño en Nuevo Mexico, pero cuyo pueblo es poco conocido y entonces se usa la ciudad de El Paso como referencia, pero el debate sigue sobre si fue entrega o captura. Durante décadas, Zambada construyó un imperio basado en el tráfico de drogas, con conexiones que se remontaban a Los Ángeles y supuestos vínculos con la CIA en el tráfico de armas hacia Nicaragua.

Según múltiples fuentes, “El Mayo” operó como un hombre desconfiado, siempre alerta y manipulador. Se decía que había sido protegido por Genaro García Luna y que financió campañas presidenciales, mientras que su salud se deterioraba debido a la diabetes y el cáncer.

Las versiones sobre su captura variaron: algunos informes sugerían que Zambada se entregó a las autoridades estadounidenses junto a Joaquín Guzmán López, mientras que otros afirmaron que había sido traicionado y secuestrado en Culiacán antes de ser trasladado a Estados Unidos.

Los alias y la sombra del narcotráfico

Conocido por varios apodos, como “El Padrino” o “El Señor del Sombrero”, Zambada fue el distribuidor de drogas más influyente en México. Su edad exacta y detalles familiares permanecieron en misterio, pero se supo que desde joven se involucró en el narcotráfico bajo la tutela de su cuñado cubano y espía de la CIA, Antonio Cruz Vázquez.

Durante los años ochenta, Zambada consolidó su imperio en Estados Unidos, coordinando envíos de heroína y estableciendo alianzas con poderosos capos internacionales como Pablo Escobar. Esta expansión fortaleció su posición, llevándolo a enfrentarse con rivales como los hermanos Arellano Félix en una sangrienta disputa que marcó la historia del narcotráfico en México.

El legado de “El Mayo”

A pesar de los conflictos, Zambada invirtió en negocios legítimos, como la agricultura y la ganadería, para lavar sus ganancias. Su hijo, Vicente Zambada Niebla, confirmó durante el juicio de “El Chapo” que “El Mayo” fue siempre el verdadero líder del Cártel de Sinaloa.

Con Zambada ahora en custodia, se cree que su hijo, Ismael Zambada Sicairos, “El Mayito Flaco”, ha asumido el liderazgo de la organización, continuando con el legado que su padre construyó a lo largo de décadas.