Durante los primeros meses de 2025, México ha registrado un aumento constante en los casos de tuberculosis, una enfermedad infecciosa de origen bacteriano que continúa siendo un problema para la salud pública. Aunque es prevenible y curable, su capacidad de transmisión y la relación con otros factores de vulnerabilidad mantienen a esta afección dentro de las prioridades epidemiológicas del país.
Segunda enfermedad de mayor prevalencia en México
Según cifras oficiales, hasta la semana 11 del año —del 9 al 15 de marzo— se han documentado 4 mil 113 casos de tuberculosis en el país. Esta cifra posiciona a la enfermedad como la segunda más prevalente a nivel nacional, solo por detrás de la influenza.
Asimismo, los datos más recientes indican que en ese mismo periodo se notificaron 371 nuevos contagios, lo que refleja un comportamiento sostenido en la incidencia semanal.
En cuanto a la distribución por estados, Baja California encabeza la lista con 360 casos confirmados, seguida por Nuevo León con 346 y Veracruz con 336. Estas entidades presentan los mayores números de pacientes atendidos por esta enfermedad.
Alta capacidad de transmisión
La tuberculosis es provocada por el “Bacilo de Koch”, una bacteria que se transmite por vía aérea a través de las gotas microscópicas que se expulsan al toser, estornudar, hablar o cantar. Por lo que especialistas en salud pública advierten sobre su capacidad de contagio:
“Un paciente con tuberculosis puede llegar a infectar entre 15 y 20 personas al año”, informaron voceros del sector salud.
Como medida de contención, se recomienda que las personas con diagnóstico activo cubran adecuadamente la boca y la nariz al interactuar con otras personas.
Te podría interesar: Claudia Sheinbaum defiende gasto 2025 mientras opositores denuncian recortes en salud y medio ambiente
Síntomas y evolución de la enfermedad
Respecto al cuadro clínico, la tuberculosis afecta principalmente a los pulmones, aunque también puede comprometer otros órganos.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la tos con flemas persistente por más de 15 días, fiebre al atardecer, pérdida de peso sin causa aparente, sudoración nocturna, falta de apetito y fatiga constante.
A medida que progresa, puede presentarse dolor torácico, dificultad para respirar, sangrado al toser y dolor de cabeza, lo que requiere atención médica inmediata.
Tratamiento disponible y condiciones de riesgo
En este sentido, las autoridades sanitarias subrayan que la tuberculosis es una enfermedad curable, siempre que el paciente complete de forma ininterrumpida un tratamiento de seis meses, bajo supervisión médica.
“El tratamiento no debe interrumpirse bajo ninguna circunstancia, pues eso puede complicar la enfermedad y generar resistencia a los medicamentos”, puntualizaron especialistas del área.
A su vez, se ha identificado que ciertas condiciones pueden aumentar la vulnerabilidad frente a esta enfermedad. Entre ellas se encuentran la diabetes, VIH-SIDA, alcoholismo, desnutrición, y otras que afectan el sistema inmunológico, como el cáncer.
No obstante, como parte de las medidas de prevención, en México se aplica la vacuna BCG a los recién nacidos, con el objetivo de reducir el riesgo de desarrollar formas graves de tuberculosis durante la infancia.